Una de las razones por las cuales nuestros niñxs y jóvenes no aprenden tanto como quisiéramos los educadores está muy relacionada con la organización de los programas académicos. Por una parte, son muchas áreas atomizadas, que no dialogan entre ellas: biología, matemáticas, lenguaje, sociales, química, física, inglés… Cada programa tiene una gran cantidad de contenidos y de responsabilidades… cuántas veces vemos a nuestrxs niñxs intentando cumplir con tres o cuatro tareas para el otro día, porque los profesores no se han puesto de acuerdo entre ellos y cada uno va dejando sus talleres y trabajos que no siempre brindan una explicación clara del sentido por el cual se han propuesto. Por otra parte, estos contenidos que están en el programa carecen de un propósito más que su propio aprendizaje, lo cual, por lo general, a nuestros alumnxs no les dice mucho.
Desde Majuy, Escuela Consciente, proponemos que los cursos se planteen para cuatro semanas: las tres primeras nos sirven para elaborar el producto que se presenta en la cuarta semana. Un buen ejemplo de ello sería, para la clase Mundo y Sociedad, tomar el caso de la solicitud de licencia de extracción minera por parte de Minesa y su afectación al Páramo de Santurbán. Allí, podemos aprender sobre el ecosistema de páramo, sus especies de fauna y flora y su importancia en el ciclo del agua. A continuación, un poco de geografía y demografía, reconociendo los departamentos en los que se encuentra el Páramo de Santurbán, sus capitales y algunas características de la población. Posteriormente, algo de derecho, conociendo cuál es la ley que protege a los páramos en Colombia. Luego, en qué consiste la extracción minera, cuál es la diferencia entre minería legal e ilegal y específicamente conocer el proyecto Soto Norte de Minesa. Es importante también reconocer cómo diferentes medios de comunicación presentan la noticia. Por último, las conclusiones de este trabajo, así como una bitácora del proceso.
Este tipo de ejercicio implica que participemos varios mentores en el desarrollo del producto. De esta manera los adultos trabajamos en equipo y conversamos sobre el avance de cada niñx, algo que no ocurre comúnmente en las reuniones de profesores.
Según Maldonado (2016) “el currículo debe transformarse de uno lineal a uno no lineal. Ello contribuye a indisciplinar el conocimiento, esto es, a dejar de pensar en términos analíticos y compartimentados”. El autor nos propone dejar el énfasis en la educación historicista que es “empezar por el pasado e ir llegando al presente (…) para conectar el aprendizaje con los más apasionantes problemas que formula la ciencia, la tecnología, las artes, las ciencias sociales y las humanidades hoy en día” (p 249).
Así vamos transformando el aprendizaje para retener conceptos estériles que se resuelven en una evaluación escrita, por herramientas que nos permitan construir conocimiento, lo cual implica, ineludiblemente, llevar a nuestrxs alumnxs al acto de pensar, de reflexionar de manera crítica, no solo sobre el tema investigado sino también sobre el proceso que cada unx realizó durante el mes.
Referencia
Maldonado, C. (2017). Educación compleja: Indisciplinar la sociedad. En Revista Educación y Humanismo, 19(33), 234-252. http://dx.doi.org/10.17081/eduhum.19.33.2642